Hoy en el bus me he dado cuenta que hay gran cantidad de gente que aprovecha estos breves trayectos para leer. Cosa que me parece muy bien. (todo lo que sea enriquecimiento de la mente bienvenido sea) Pero no acabo de entender como pueden ser capaces de evadirse y sumergirse en el mundo fascinante de la novela con tanto traqueteo y alboroto. (Por no mencionar como consiguen no marearse).
Y es que esta mañana, viendo el panorama d mi autobús, he llegado a la amarga conclusión, que está surgiendo una nueva clase de lectura: La lectura exhibicionista. No se trata tanto de una voluntad real de culturización y enriquecimiento, sino de dar una apariencia. Está de moda no ser un cateto. (Hay los seguidores de Belén Esteban, pero el resto de la población intenta desesperadamente desbancarse de ella), y es lógico que usen los libros como medio.
Las estadísticas señalan que se lee muy poco. Y no hay que irse muy lejos para darse cuenta que el nivel cultural, idiomático y educativo de este nuestro país brilla por su ausencia. Lo que no cuadra con tanto libro en cafeterías, autobuses, metros, y allí donde poses la mirada. (Esta mañana había por lo menos seis personas leyendo en mi autobús.)
Me he dado cuenta que la mayoría no usa libros de bolsillo. Y no solo eso, sino que además los libros a exhibir deben ser consistentes, nada inferior a mil páginas. Y a poder ser un bestseller, aunque sea infumable!
Y así encontramos a una mujer de pie en el bus agarrando en una mano una edición de los Pilares de la Tierra (con tapas duras y buena encuadernación) mientras con la otra se agarra a la barra y a duras penas consigue aguantar el equilibrio.
Sinceramente no soy capaz de entenderlo. A mí no se me ocurriría sacar mis apreciados libros de casa, mucho menos las ediciones con buena encuadernación, primero porque pueden estropearse o perderse, segundo por la incomodidad de cargar con él todo el día, y tercero y fundamentalmente por qué para leer necesito mi momento de paz y relax. Yo cuando cojo un libro quiero saborearlo, evadirme de la realidad, sumergirme por completo en sus historia, y intentando aguantar el equilibrio y con interrupciones constantes no creo que sea posible.
Así que la conclusión lógica a la que puedo llegar es de que, como decía al principio, se trata de una lectura de exhibicionismo. Una lectura como declaración de principios: no soy un cateto pertenezco a esa minoría que lee!! Y lo hago en público para que quede constancia de ello!
Un mundo aparte son los que se pasean con sus ebook. Pero con estos ya me meteré otro día pues dan para mucha tinta!
No hay comentarios:
Publicar un comentario